Dirigida por Bernardo Bertolucci y protagonizada por Robert De Niro y Gérard Depardieu, Novecento es sin duda alguna una de las joyas del cine europeo. El director nos propone una lucha entre las clases sociales italianas en la región histórica de Emilia. Ni su poder narrativo, estético e ideológico han perdido vigencia pese a haberse realizado en 1976 y al estar ambientada en los primeros años del siglo XX.
Olmo Dalcò, hijo de un obrero humilde, y Alfredo Berlingheri, descendiente de terratenientes, disfrutan de una gran amistad. Sin embargo, la situación sociopolítica a lo largo de los más de 300 minutos de película les llevará a un enfrentamiento ideológico. Olmo sabe de dónde procede, cuál es la situación de los campesinos de la finca y vive conforme a un estilo austero. Por su parte, Alfredo es el niño mimado y burgués.
Tras una mala racha en la que el temporal destroza la cosecha del terrateniente, este recorta el salario de sus braceros, los cuales no lo toleran y llaman a la huelga. Olmo partirá al ejército y a su vuelta encontrará injusticia y una agudización de las desigualdades. Ante la toma de conciencia del campesinado, el capataz Giovanni organiza escuadrones para combatir a los socialistas. Recordemos que Benito Mussolini fue clave en el surgimiento de los «camisas negras» (o fasci di combattimento, cuyo nombre dio origen al término «fascismo»), matones armados encargados de reventar huelgas obreras. Algo parecido se vivió en nuestro país cuando pistoleros financiados por los gobiernos asesinaban a líderes anarquistas.
Pasa el tiempo, Olmo tiene un hijo y, con Mussolini en el poder, el fascismo se extiende. Attila, un hombre contratado por Giovanni, lleva a cabo atrocidades para frenar la lucha de los trabajadores.
En esta película vemos dos mundos contrapuestos: el mundo de la clase explotada (jornaleros, campesinos y obreros) y el mundo de la clase explotadora (terratenientes, burgueses y propietarios). Dos mundos vislumbrados en un escenario muy particular, la Italia de inicios del siglo XX. Un país que dio importantes pensadores comunistas como Antonio Gramsci o Giacomo Matteotti y un país cuyo partido comunista fue sin duda la vanguardia del comunismo europeo.
Novecento es el retrato de aquella sociedad, pero en parte lo es de la nuestra. Ante quienes siguen negando la lucha de clases, cabe recordar que Warren Buffett (uno de los mayores multimillonarios) reconoció la existencia de esta lucha pero, afirmó, va ganando la suya. Bertolucci hace guiños constantes a Marx y Lenin, sin los cuales nopodemos entender el mundo actual.
La contradicción del sistema capitalista alcanza límites incalculables. Y especialmente Marx y Engels se encargaron de estudiar este sistema y elaborar una teoría que sirviera a la inmensa mayoría. Un trabajo de incalculable valor pero tantas veces rechazado y considerado utópico.
El fascismo, lejos de haber desaparecido, se mantiene presente en la actualidad. Se protegen manifestaciones ultraderechistas y se persigue y encarcela a todo aquel que osa negarse a aceptar el statu quo. En España, se despidió a Fraga con honores de Estado, un tipo que firmó sentencias de muerte, que rapó la cabeza a las mujeres de mineros en huelga y que ordenó disparar contra unos trabajadores encerrados en una iglesia. Conmemoran a la División Azul y se olvidan de los republicanos exterminados en Mauthausen. Impiden que busquemos en las cunetas a nuestros antepasados mientras en el Valle de los Caídos Franco descansa sobre miles de cadáveres republicanos.
Así pues, esta película es una gran lección de dignidad y de oposición a un sistema criminal.
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